Página 244 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

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Los ministros y los negocios
Se Me ha instruido acerca de cuán importante es que nuestros
ministros permanezcan libres de llevar las responsabilidades que
deberían ser atendidas mayormente por hombres de negocios. En
una visión nocturna me encontraba en una reunión a la cual asistía
una cantidad de hermanos que llevan sobre sí la carga de la obra. Se
hallaban profundamente preocupados acerca de asuntos financieros
y se preguntaban cuál sería la forma más apropiada de manejar
la obra con buen éxito. Algunos pensaban que se podía limitar el
número de obreros y obtener, sin embargo, los resultados esenciales.
Uno de los hermanos que ocupaba una posición de responsabilidad
explicaba sus planes e indicaba lo que quería ver realizado. Varios
otros presentaron algunos asuntos que debían considerarse. Entonces
Uno de porte digno y que tiene autoridad, se levantó y procedió a
presentar diversos principios que deben servirnos de guía.
El Orador dijo a varios ministros: “Su trabajo no consiste en
la atención de los asuntos financieros. No es sabio que ustedes se
ocupen de esto. Dios tiene responsabilidades que ustedes deben
llevar, pero si también se echan encima tareas para las cuales no
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están preparados, sus esfuerzos por predicar la Palabra fracasarán.
Esto les acarreará tal desánimo que los descalificará para realizar la
obra en que deben ocuparse, una obra que requiere un discernimiento
cuidadoso y un juicio sano y desprendido”.
Los que se ocupan en escribir y predicar la Palabra deberían
asistir a menos reuniones de junta. Deberían encomendarles diversos
asuntos menores a personas con habilidad en los negocios y evitar
así las constantes tensiones que roban a la mente su vigor natural.
Deberían presentar una atención más esmerada a la preservación
de la salud física, porque la energía mental depende grandemente
del vigor del cuerpo. Los períodos apropiados de sueño y descanso
y una abundancia de ejercicio físico son esenciales a la salud del
cuerpo y la mente. Se sufren pérdidas irreparables cuando se roba
a la naturaleza de sus horas de descanso y recuperación al permitir
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