Página 245 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

Basic HTML Version

Los ministros y los negocios
241
a un hombre que haga el trabajo de cuatro, o de tres, o aun de dos
personas.
Edúquese a hombres en líneas administrativas
Los que piensan que la idoneidad de un hombre para ocupar cier-
ta posición lo califica igualmente para desempeñarse en varias otras,
se exponen a cometer errores en su planificación para el progreso de
la obra. Se exponen a colocar sobre una sola persona los problemas
y cargas que deberían dividirse entre varios.
La experiencia es de gran valor. El Señor desea tener a hom-
bres inteligentes conectados con su carga, hombres calificados para
ocupar diversas posiciones de confianza en nuestras asociaciones
e instituciones. Se necesitan especialmente administradores consa-
grados, personas que mezclen los principios de la verdad con cada
transacción comercial. Los que se encargan de los asuntos finan-
cieros no deben asumir otras responsabilidades, obligaciones que
serían incapaces de atender. A veces los encargados de la obra han
errado al permitir el nombramiento de hombres desprovistos de tacto
y habilidad para administrar importantes intereses financieros.
Algunos hombres con potencial administrativo deberían desa-
rrollar y perfeccionar sus talentos realizando estudios y recibiendo
un entrenamiento minucioso. Se los debería animar a colocarse en
[236]
lugares donde, como estudiantes, puedan obtener rápidamente el
conocimiento de los métodos y principios administrativos correctos.
Ninguno de los administradores conectados actualmente con la cau-
sa necesita ser un novicio. Si alguien debe mejorar sus oportunidades
para llegar a ser sabio y eficiente, en cualquier línea de trabajo, son
las personas que usan sus talentos en la tarea de edificar el reino
de Dios en este mundo. En vista de que vivimos tan próximos a la
clausura de la historia de este mundo, se debería notar una mayor
minuciosidad en el trabajo, una espera más vigilante, velando, oran-
do y trabajando. El agente humano debería esforzarse por alcanzar
la perfección, para que llegue a ser un cristiano ideal, completo en
Cristo Jesús.