Página 285 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

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El cuidado de los obreros
Se debería hacer alguna provisión para cuidar a los ministros y
a otros fieles siervos de Dios quienes, por haberse expuesto dema-
siado o por exceso de trabajo en su causa, han enfermado y tienen
necesidad de reposo y restauración, o quienes debido a su avanzada
edad o a la pérdida de la salud son incapaces de soportar la carga y el
calor del día. A menudo los pastores son enviados a algún campo de
labor que se sabe será detrimental para su salud; pero, no deseando
rechazar los lugares difíciles, se aventuran a ir con la esperanza
de convertirse en una bendición para la gente. Después de algún
tiempo advierten que su salud se comienza a desmejorar. Prueban
un cambio de clima y de trabajo, pero sin encontrar alivio; entonces,
¿qué deben hacer?
Estos obreros fieles, que han rechazado posibilidades munda-
nas por amor de Cristo, escogiendo la pobreza en lugar de placeres
o riquezas; quienes, olvidándose de sí mismos, han trabajado de-
nodadamente con el fin de ganar almas para Cristo; quienes han
dado liberalmente con el propósito de impulsar diversas empresas
en la causa de Dios, y que luego han caído en la batalla, agotados
y enfermos, y sin tener medios para sostenerse, no deben quedar
abandonados en medio de la pobreza y el sufrimiento, ni sentir que
han quedado en la indigencia. Cuando la enfermedad o la invalidez
los asalta; que nuestros obreros no sean angustiados por la ansiosa
pregunta: “¿Qué sucederá con mi esposa y mis hijos, ahora que ya
no puedo trabajar más ni suplir sus necesidades?” No es sino justo
que se haga provisión para suplir las necesidades de estos obreros
fieles y de sus dependientes.
Se hace una provisión generosa para atender a los veteranos que
han luchado en favor de su patria. Estos hombres ostentan cicatrices
y sufren invalidez para toda la vida, las cuales dan testimonio de
sus peligrosos conflictos, sus marchas forzadas, su exposición a las
tormentas, y sus sufrimientos en la prisión. Todas estas evidencias
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de su lealtad y abnegación les conceden un derecho justo sobre la
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