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Testimonios para la Iglesia, Tomo 7
para que nuestros esfuerzos sean bendecidos por el cielo y coronados
con el mejor de los éxitos.
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¿Por qué nuestros jóvenes y señoritas que se preocupan por
aprender a cuidar a los enfermos, no habrán de aprovechar liberal-
mente las ventajas que les ofrecen los recursos naturales? ¿Por qué
no se les enseña diligentemente a valorar y utilizar estos recursos?
Nuestros médicos han errado el blanco en lo que se refiere a la
ubicación de los sanatorios. No han utilizado adecuadamente las
provisiones de la naturaleza. Dios desea que los lugares elegidos
para los sanatorios sean hermosos, que se rodee a los pacientes de
todo lo que deleite los sentidos. Que Dios nos ayude a hacer todo
lo que esté de nuestra parte para aprovechar al máximo el poder
vivificador del sol y el aire fresco. Cuando en la obra de nuestros
sanatorios nosotros, como pueblo, sigamos estrictamente el plan del
Señor, los recursos de la naturaleza serán apreciados.
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