Página 111 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

Basic HTML Version

El olvido
107
Y andaban de nación en nación,
De un reino a otro pueblo,
No consintió que nadie los agraviase,
Y por causa de ellos castigó a los reyes.
No toquéis, dijo, a mis ungidos,
Ni hagáis mal a mis profetas.
Trajo hambre sobre la tierra,
Y quebrantó todo sustento de pan.
Envió un varón delante de ellos;
A José, que fue vendido por siervo.
Afligieron sus pies con grillos;
En cárcel fue puesta su persona.
Hasta la hora que se cumplió su palabra,
El dicho de Jehová le probó.
Envió al rey, y le soltó;
El señor de los pueblos, y le dejó ir libre.
Lo puso por señor de su casa,
Y por gobernador de todas sus posesiones,
Para que reprimiera a sus grandes
como él quisiese,
Y a sus ancianos enseñara sabiduría.
Después entró Israel en Egipto,
Y Jacob moró en la tierra de Cam.
Y multiplicó su pueblo en gran manera,
Y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
Cambió el corazón de ellos para
que aborreciesen a su pueblo,
Para que contra sus siervos pensasen mal.
Envió a su siervo Moisés,
Y a Aarón, al cual escogió.
[116]
Puso en ellos las palabras de sus señales,
Y sus prodigios en la tierra de Cam.
Envió tinieblas que lo oscurecieron todo;
No fueron rebeldes a su palabra.
Volvió sus aguas en sangre,
y mató sus peces.
Su tierra produjo ranas
Hasta en las cámaras de sus reyes.