Página 112 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
Habló, y vinieron enjambres de moscas,
Y piojos en todos sus términos.
Les dio granizo por lluvia,
Y llamas de fuego en su tierra.
Destrozó sus viñas y sus higueras,
Y quebró los árboles de su territorio.
Habló, y vinieron langostas,
Y pulgón sin número;
Y comieron toda la hierba de su país,
Y devoraron el fruto de su tierra.
Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra,
Las primicias de toda su fuerza.
Los sacó con plata y oro;
Y no hubo en sus tribus enfermo.
Egipto se alegró de que salieran,
Porque su terror había caído sobre ellos.
Extendió una nube por cubierta,
Y fuego para alumbrar la noche.
Pidieron, e hizo venir codornices;
Y los sació de pan del cielo.
Abrió la peña, y fluyeron aguas;
Corrieron por los sequedales como un río.
Porque se acordó de su santa palabra
Dada a Abraham su siervo.
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Sacó a su pueblo con gozo;
Con júbilo a sus escogidos.
Les dio las tierras de las naciones,
Y las labores de los pueblos heredaron;
Para que guardasen sus estatutos,
Y cumpliesen sus leyes.
Aleluya.
Salmos 105.
* * * * *
Himno del cautiverio
Aleluya.