Página 113 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

Basic HTML Version

El olvido
109
Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.
¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?
Dichosos los que guardan juicio,
Los que hacen justicia en todo tiempo.
Acuérdate de mí, oh Jehová,
según tu benevolencia para con tu pueblo;
Visítame con tu salvación,
Para que yo vea el bien de tus escogidos,
Para que me goce en la alegría de tu nación,
Y me gloríe con tu heredad.
I
Pecamos nosotros, como nuestros padres;
Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.
Nuestros padres en Egipto no
entendieron tus maravillas;
No se acordaron de la muchedumbre
de tus misericordias,
[118]
Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
Pero él los salvó por amor de su nombre,
Para hacer notorio su poder.
Reprendió al Mar Rojo y lo secó,
Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.
Los salvó de mano del enemigo,
Y los rescató de mano del adversario.
Cubrieron las aguas a sus enemigos;
No quedó ni uno de ellos.
Entonces creyeron a sus palabras
Y cantaron su alabanza.
II
Bien pronto olvidaron sus obras;
No esperaron su consejo.
Se entregaron a un deseo desordenado