Página 140 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
Somos un “espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres”.
1 Corintios 4:9
. Nuestra misión es la misma que fue anunciada por
Cristo al comienzo de su ministerio. “El Espíritu del Señor está
sobre mí”, dijo él, “por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas
a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en
libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”.
Lucas 4:18, 19
.
Hemos de llevar a cabo la obra que el Maestro ha puesto en
nuestras manos. El dice: “...si dieres tu pan al hambriento, y saciares
al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será
como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías
saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto
de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”.
“Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso
yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y
al menesteroso en tu tierra”. “Así que, todas las cosas que queráis
que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros
con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.
Isaías 58:10, 11
;
Deuteronomio 15:11
;
Mateo 7:12
.
Nos veremos tentados a ser codiciosos y avaros, a cultivar un
deseo insaciable de tener más. Si cedemos a esta tentación, nos aca-
rreará los mismos peligros que cayeron sobre la antigua Jerusalén.
No lograremos conocer a Dios ni representarlo por medio del ca-
rácter. Es preciso que nos vigilemos de cerca para que no caigamos
por causa de la incredulidad, como los judíos. Hemos de trabajar
abnegadamente. Hemos de sentir un profundo interés por el esta-
blecimiento y crecimiento de otras instituciones además de aquellas
que tenemos bajo nuestra supervisión. Desearía sinceramente que
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el Sanatorio estuviera a muchos kilómetros de distancia de Battle
Creek. Basándome en la luz que Dios me ha dado, sé que esto sería
mucho mejor para su espiritualidad y utilidad. El colegio que está
cerca de Lincoln, Nebraska, podría recibir a un buen número de
personas de Battle Creek, y así es como debiera ser. La luz debería
brillar desde otros lugares tanto como de Battle Creek. Es el designio
de Dios que la luz brille desde diferentes ciudades y localidades.
La gran centralización en un solo lugar es un error; sabe a egoís-
mo. Battle Creek recibe más de lo que le pertenece en recursos. Si