Página 226 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
bien. El cumplimiento de un plan tal causaría que haya un aumento
en los gastos corrientes del sanatorio, pero pudiera ser una manera
efectiva para proteger la fortaleza y guarecer a la juventud de la
institución contra las influencias malsanas a que están expuestos
ahora.
“Padres, guardianes, colocad a vuestros hijos en escuelas de
adiestramiento donde las influencias sean semejantes a las de una
escuela de hogar bien administrada; escuelas donde los maestros
los lleven adelante de punto en punto y en las cuales la atmósfera
espiritual tenga olor de vida para vida”.
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Las palabras de advertencia e instrucción que yo os he escrito
concernientes al envío de nuestra juventud a Battle Creek para recibir
adiestramiento para el servicio en la causa del Señor no son palabras
vanas. Algunos jóvenes temerosos de Dios pasarán la prueba, pero no
es seguro para nosotros privar de nuestro mejor cuidado y protección
aun a los más concienzudos. Que los jóvenes que han recibido una
sabia instrucción y adiestramiento de parte de sus padres sigan o
no siendo santificados en la verdad después de haber salido de sus
hogares, depende en gran medida de la clase de influencia a que
sean sometidos por las personas de quienes ellos esperan recibir una
enseñanza cristiana.
He recibido instrucción de reiterar para mis hermanos y herma-
nas la advertencia y exhortación que Pablo mandó a la iglesia de
Tesalónica:
“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que
hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de
en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor
matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de
su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con
gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño
de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el
amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder
engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados
todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron
en la injusticia. Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios
respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios
os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó