Página 78 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

Basic HTML Version

74
Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
Nosotros podemos hacer la obra aquí en Battle Creek a menos
costo”. Bueno, ¿no sabe el Señor todo esto? ¿No es él un Dios
que comprende todo el razonamiento incrédulo que sostiene tantos
intereses en Battle Creek? Él os ha revelado que deben crearse
centros en toda ciudad. Esto haría que muchos sean llamados fuera
de Battle Creek a trabajar en otras localidades.
Para que se lleve a cabo correctamente, la obra médica misio-
nera necesita talento. Requiere manos fuertes y dispuestas, y una
administración sabia y perspicaz. Pero, ¿será esto posible cuando
los que ocupan puestos de importancia, “presidentes de asociaciones
y ministros”, estorban el camino?
El Señor dice a los presidentes de asociaciones y otros hermanos
influyentes: “Quitad de en medio las piedras de tropiezo que han
sido puestas ante mi pueblo”.
[79]
Nuestro pueblo en Battle Creek no ha ejercido sus talentos para
planear y delinear cómo establecer el estandarte de la verdad en
regiones donde el mensaje nunca ha sido proclamado y donde se
deben hacer esfuerzos decididos; y el Señor ha movido al Dr. Kellog
y a sus asociados a hacer la obra que corresponde a la iglesia y que
les fue ofrecida, pero rehusaron aceptarla. Siguiendo sus propios
caminos egoístas, algunos en Battle Creek, en lugar de aceptar la
obra dada a ellos por Dios, han cegado su propia vista espiritual y la
de otros; y Dios ha puesto su preciosa obra en manos de aquellos
que están dispuestos a echar mano de ella y llevarla adelante.
Dios está en su lugar santo, y mora también con el que tiene un
espíritu humilde y contrito, para reavivar el espíritu de los humildes y
el corazón de los contritos. Los que hacen la obra médica misionera
deben tener la aprobación completa y la cooperación de la iglesia. Si
les falta esto, se verán impedidos. No obstante, avanzarán. No está
en el plan de Dios que haya dos iglesias en Battle Creek debido a la
falta de cooperación. Es mucho mejor que se procure la unidad de
acción. Si la obra médica misionera lleva esta clase de esfuerzo a
las iglesias por dondequiera, si trabajan en el temor de Dios, se les
abrirán muchas puertas, y los ángeles trabajarán con ellos.
Por favor, leed la invitación a la cena, y el postrer llamamiento
que hay que hacer. Estudiad lo que se está haciendo para cumplir
el mandato del Señor. No alcanzo a entender por qué se manifies-
ta tanta indiferencia, por qué os mantenéis retirados, criticando y