Advertencias y consejos dados a la iglesia de Battle Creek
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duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y
el crujir de dientes”.
Mateo 24:30, 31; 42-51
.
Hermanos, cuidado, mucho cuidado. Los médicos misioneros
están realizando una obra que responde a la descripción dada en
los versículos 48-51. El Señor está obrando para alcanzar a los más
depravados. Muchos han de saber lo que significa ser atraídos a
Cristo, pero no tendrán el valor moral para lidiar contra el apetito y
las pasiones. Pero los obreros no han de desanimarse por esto; porque
escrito está: “En los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios...”.
1
Timoteo 4:1
. ¿Apostatan sólo los que fueron rescatados de los más
profundos abismos? Hay algunos en el ministerio que han recibido
gran luz y un conocimiento de la verdad que no serán vencedores.
No controlan sus apetitos y pasiones ni se niegan ellos mismos por
amor a Cristo. Muchos de los desechados, aun los publicanos y
pecadores, echarán mano de la esperanza presentada ante ellos por
medio del evangelio y entrarán en el reino de los cielos primero que
los que han gozado de grandes oportunidades y gran luz, pero que
han estado andando en tinieblas. En el gran día final muchos dirán:
“Señor, Señor, ábrenos”. Pero la puerta se cerrará, y su llamada será
en vano.
Debemos sentir estas cosas profundamente, porque son ciertas.
Debemos tener en alta estima la verdad y el valor de las almas.
El tiempo es corto y hay una gran obra que hacer. Si no sentís
ningún interés en la obra que va en progreso, si no dais aliento a
la obra médica misionera dentro de las iglesias, ella será hecha sin
vuestro consentimiento porque es la obra de Dios, y es preciso que
se haga. Mis hermanos y hermanas, poneos del lado del Señor y sed
colaboradores fervientes, activos y valientes juntamente con Cristo,
trabajando a su lado para buscar y salvar a los perdidos.
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