Página 98 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
sobre ellos. Que este tipo de trabajo quede para siempre excluido de
nuestras casas publicadoras. Dedicad más tiempo a la publicación y
circulación de libros que contengan la verdad presente. Haced que
vuestra obra en este sentido alcance la perfección. Haced todo lo
que esté a vuestro alcance para difundir por todo el mundo la verdad
de lo alto.
Los aprendices y otros trabajadores no deberían sentirse tan
apresurados y apremiados que no tengan tiempo de orar. La juventud
en nuestras casas publicadoras debe ser educada tal como lo fue
la juventud en las escuelas de los profetas. Ha de prepararse a la
juventud para asumir el cargo de la obra en nuevos campos.
Si los hombres que oyeron el mensaje dado en ocasión de la
Conferencia -el más solemne que pudiera darse- no habrían sido
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tan insensibles, si con sinceridad hubiesen preguntado: “Señor, ¿qué
quieres que haga?” La experiencia del pasado año habría sido muy
distinta de lo que ha sido. Pero no han hecho enmiendas. No han
confesado sus errores, y ahora, en muchos sentidos, están recorriendo
el mismo camino, siguiendo el mismo rumbo equivocado, porque
han dañado su vista espiritual.
El mensaje del tercer ángel ha de preparar a un pueblo para estar
en pie en estos días peligrosos. Ha de ser proclamado en alta voz y
ha de realizar una obra que pocos entienden.
Juan escribió: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que
tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra,
a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo en alta voz: Temed a
Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad
a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran
ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del
furor de su fornicación”.
Apocalipsis 14:6-8
. ¿Cómo se logra esto?
Obligando a los hombres a aceptar un falso sábado. En el capítulo
treinta y uno de Éxodo se nos dice claramente cuál es el día del
Señor. La observancia del sábado ha sido declarada como la señal
de lealtad del pueblo de Dios.
Dios quiere decir exactamente lo que dice. El hombre se ha
interpuesto entre Dios y el pueblo, y el Señor ha enviado al tercer
ángel con el mensaje: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen,
y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del