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Testimonios para la Iglesia, Tomo 9
Miles de personas de raza negra en el sur podrían ahora ser
elevadas y convertirse en instrumentos humanos para ayudar a los
de su propia raza, si es que recibieran la ayuda que Dios nos está
invitando a darles. Multitudes de hombres y mujeres en este campo
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sienten su profunda pobreza y su necesidad de elevación. Y cuando
lleguen fieles maestros para abrir la Biblia y enseñarles la verdad
en su pureza original, desaparecerán las tinieblas. Brillantes rayos
de luz inundarán el alma que busca la verdad. Y entre los que han
disfrutado de ventajas, habrá una estrecha e inteligente investigación
de los temas de la verdad revelados en las Escrituras. Muchos serán
enseñados por Dios. Aprenderán correctamente del Gran Maestro
mismo, y aceptarán con gozo las verdades que los santificarán y
elevarán. La imagen moral de Dios será restaurada en el alma y
muchos serán salvados eternamente.
Apreciados hermanos y hermanas, Cristo está diciéndoos ahora:
“Levantad vuestra vista y contemplad el campo del sur; porque
necesita obreros, sembradores y cosechadores de la verdad. Necesita
vuestros recursos para el mantenimiento de estos obreros”. La gracia
de Cristo es ilimitada, es el don gratuito de Dios. Entonces, ¿por qué
no podrían llevarse a la vida de esta gente descuidada la esperanza,
el valor y la fe? Hay luz del sol en el corazón para todos los que
acepten a Cristo.
Septiembre de 1907.
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