Página 62 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 9
¿Por qué es tan limitada nuestra gratitud? Es sólo como una onda
en la superficie, comparada con la gran ola de amor que fluye hacia
nosotros desde el Padre.
* * * * *
Las señales que anuncian la segunda venida de Cristo se están
cumpliendo con rapidez. ¿Debiera la gente permanecer en la ig-
norancia del grandioso evento que está por producirse, y tener que
hacerle frente a ese día sin estar preparados? El cielo ha efectuado
una ofrenda completa para la salvación del mundo. ¿Debieran los
que profesan amar a Dios y guardar sus mandamientos ser indife-
rentes a las almas humanas? ¡No, no! No pueden serlo.
Aquellos que han recibido la luz de la verdad presente debie-
ran ir con celo incansable a llevar esta luz a los que permanecen
en tinieblas. Con esfuerzos consagrados, abnegación y sacrificio,
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deben trabajar con la fortaleza del Dios de Israel. Este mensaje debe
llevarse a países extranjeros; debe proclamarse en las ciudades y
en los pueblos de nuestro propio país. Los cansados y agobiados
anhelan recibir el mensaje de verdad que les proporcionará descanso
y paz en Cristo. ¿Quién llevará el mensaje a los que nunca lo han
escuchado? ¿Quién buscará el gozo y la gloria de Dios llevando a
los pecadores a los pies de Aquel que dio su vida en sacrificio para
salvar a cada alma? ¿Quién levantará al Salvador ante los hombres
como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”?
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