Una visión más amplia
Al proseguir la obra del Señor aquí y en el extranjero, los hom-
bres que ocupan puestos de responsabilidad deben hacer planes
juiciosos a fin de sacar el mejor partido de los hombres y recursos
de que disponen. Las asociaciones de nuestro país son las que deben
soportar una parte importante de la carga de sostener la obra en
los campos extranjeros. Esas asociaciones deberían tener recursos
con que contribuir a la apertura de nuevos campos, en los que las
impopulares verdades del mensaje del tercer ángel todavía no han
penetrado. En el transcurso de estos últimos años se han abierto
puertas de par en par como por ensalmo; y se necesitan hombres y
mujeres que puedan aprovechar esas puertas abiertas e iniciar con
celo una obra de salvación en favor de la gente.
Nuestros colegios pueden suplir, en gran medida, los obreros que
necesitan tales campos misioneros. Deben hacerse planes juiciosos
para dar mayor solidez a la obra que se hace en nuestros centros de
educación. Deben estudiarse los mejores métodos para preparar a
jóvenes consagrados, de ambos sexos, para llevar responsabilidades
y ganar almas para Cristo. Hay que enseñarles a presentarse ante
el mundo y a exponer el mensaje del tercer ángel de una manera
atrayente. En lo que toca al manejo de los negocios, hay que darles
lecciones que puedan serles de utilidad cuando sean enviados a cam-
pos aislados, donde deberán pasar muchas privaciones y practicar la
más estricta economía.
El Señor ha instituído un plan por medio del cual un buen número
de alumnos de nuestras escuelas pueden aprender lecciones prácticas,
que les asegurarán el éxito en su carrera. Les da ocasión de vender
libros preciosos, consagrados al adelantamiento de nuestra obra
de educación y de salud. El mismo hecho de vender esos libros
presentará a los jóvenes muchas incidencias que los prepararán para
resolver los problemas que los esperan en las regiones lejanas. Al
vender estos libros durante su vida escolar, muchos pueden aprender
a acercarse a la gente de una manera cortés y a discurrir con tacto
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