Página 90 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Condiciones en las ciudades
El aumento constante y pertinaz de la maldad trae pronta e
inevitablemente una culpabilidad casi universal sobre los habitantes
de las ciudades. Predomina actualmente una “epidemia de crímenes”
que espanta el corazón de los hombres sensatos y temerosos de Dios.
La pluma se resiste a describir la corrupción reinante. Cada día
trae nuevas revelaciones de las disensiones, el soborno y el fraude
que dominan en la política; cada día trae su doloroso contingente
de violencias y de infracciones a la ley, de indiferencia frente al
sufrimiento humano, de brutales y diabólicos atentados contra la
vida humana. Cada día es testigo del aumento de la locura, del
homicidio y del suicidio.
Las ciudades modernas se están volviendo rápidamente como
Sodoma y Gomorra. Los días feriados abundan; el torbellino de la
agitación y del placer aleja a millares de personas de los austeros
deberes de la vida. Los deportes enervantes, el teatro, las carreras
de caballos, los juegos de azar, las bebidas y la francachela, excitan
todas las pasiones.
La juventud es arrastrada por la corriente popular. Los que apren-
den a amar las diversiones, abren la puerta a un diluvio de tenta-
ciones. Se entregan a los placeres sociales y a la alegría irreflexiva.
Pasan de una forma de disipación a otra, hasta perder la capacidad
y el deseo de vivir de una manera útil. Las aspiraciones religiosas
se enfrían y la vida espiritual se debilita. Las más nobles facultades
del alma, en una palabra, todo lo que liga al hombre con el mundo
espiritual, es envilecido.
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Bajo la influencia de los sindicatos y como resultado de las
huelgas causadas por la injusticia de las compañías y los patrones,
las condiciones de vida en las ciudades empeoran sin cesar.
La intensa pasión por el lucro, el amor por la ostentación, el lujo
y la prodigalidad, son otras tantas fuerzas que apartan a la mayoría
de las personas del verdadero propósito de la vida, y abren la puerta a
una infinidad de males. Muchos, totalmente dedicados a la búsqueda
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