Página 91 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Condiciones en las ciudades
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de tesoros terrenales, se vuelven insensibles a los requerimientos de
Dios y a las necesidades de sus semejantes. Consideran sus riquezas
como un medio para glorificarse. Añaden una casa a otra, un terreno
a otro; llenan sus casas con artículos de lujo, mientras que en tomo
suyo hay seres humanos que permanecen hundidos en la miseria y
la delincuencia, en la enfermedad y la muerte.
Mediante toda clase de opresiones y extorsiones, hay hombres
que acumulan fortunas colosales, mientras que suben a Dios los
clamores de la humanidad desfalleciente. Multitudes están luchando
contra la pobreza, obligadas a trabajar por unos salarios ínfimos, sin
poder obtener las cosas más indispensables para la vida. La fatiga y
las privaciones, sin ninguna esperanza de cosas mejores, hacen muy
pesada su carga. Si a esto se añade la enfermedad y el dolor, entonces
la carga se hace casi insoportable. Minados por las preocupaciones
y oprimidos, no saben dónde buscar alivio.
La Biblia describe las condiciones en que se encontrará el mundo
en vísperas de la segunda venida del Señor. El apóstol Santiago traza
un cuadro de la codicia y la opresión que entonces dominarán.
Dice: “¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os
vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están
comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su
moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes
como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He
aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras
tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y
los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del
Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y
sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de
matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace
resistencia”.
Santiago 5:1-6
.
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Tal es el cuadro del estado actual de cosas: “Y el derecho se
retiró y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza,
y la equidad no pudo venir. Y la verdad fue detenida; y el que se
apartó del mal, fue puesto en prisión: y lo vio Jehová, y desagradó
en sus ojos, porque pereció el derecho”.
Isaías 59:14, 15
.
La iglesia misma, que debería ser columna y sostén de la verdad,
fomenta el amor egoísta a los placeres. Cuando se necesita dinero
para fines religiosos, ¿a qué medios recurren muchas iglesias para