Página 32 - El Camino a Cristo (1993)

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Capítulo 4—Para obtener la paz interior
“El que encubre sus transgresiones, no prosperará; mas quien las
confiese y las abandone, alcanzará misericordia.
Las condiciones
indicadas para obtener la misericordia de Dios son sencillas, justas y
razonables. El Señor no nos exige que hagamos alguna cosa penosa
para obtener el perdón de nuestros pecados. No necesitamos hacer
largas y cansadoras peregrinaciones, ni ejecutar duras penitencias,
para encomendar nuestras almas al Dios de los cielos o para expiar
nuestras transgresiones, sino que todo aquel que confiese su pecado
y se aparte de él alcanzará misericordia.
El apóstol dice: “Confesad pues vuestros pecados los unos a
los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados.
Confesad vuestros pecados a Dios, el único que puede perdonarlos, y
vuestras faltas unos a otros. Si has dado motivo de ofensa a tu amigo
o vecino, debes reconocer tu falta, y es su deber perdonarte con
buena voluntad. Debes entonces buscar el perdón de Dios, porque
el hermano a quien ofendiste pertenece a Dios, y al perjudicarle
pecaste contra su Creador y Redentor. El caso es presentado al único
y verdadero Mediador, nuestro gran Sumo Sacerdote, que “ha sido
tentado en todo punto, así como nosotros, mas sin pecado,” quien
puede “compadecerse de nuestras flaquezas
y limpiarnos de toda
mancha de pecado.
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Los que no han humillado su alma delante de Dios reconocien-
do su culpa, no han cumplido todavía la primera condición de la
aceptación. Si no hemos experimentado ese arrepentimiento del cual
nadie debe arrepentirse, y no hemos confesado nuestros pecados
con verdadera humillación del alma y quebrantamiento del espíritu,
aborreciendo nuestra iniquidad, no hemos buscado verdaderamente
el perdón de nuestros pecados; y si nunca lo hemos buscado, no
hemos encontrado la paz de Dios. La única razón por la cual no ob-
tenemos la remisión de nuestros pecados pasados es que no estamos
dispuestos a humillar nuestro corazón ni a cumplir las condiciones
que impone la Palabra de verdad. Se nos dan instrucciones explí-
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