Página 52 - El Camino a Cristo (1993)

Basic HTML Version

Capítulo 8—El secreto del crecimiento
En la escritura se llama nacimiento al cambio de corazón por
el cual somos hechos hijos de Dios. También se lo compara con
la germinación de la buena semilla sembrada por el labrador. De
igual modo se habla de los recién convertidos a Cristo como de
“niños recién nacidos,” que deben ir “creciendo
hasta llegar a
la estatura de hombres en Cristo Jesús. Como la buena simiente
en el campo, tienen que crecer y dar fruto. Isaías dice que serán
“llamados árboles de justicia, plantados por Jehová mismo, para que
él sea glorificado.
Se sacan así ilustraciones del mundo natural
para ayudarnos a entender mejor las verdades misteriosas de la vida
espiritual.
Toda la sabiduría e inteligencia de los hombres no puede dar
vida al objeto más diminuto de la naturaleza. Solamente por la vida
que Dios mismo les ha dado pueden vivir las plantas y los animales.
Asimismo es sólo mediante la vida de Dios como se engendra la vida
espiritual en el corazón de los hombres. Si el hombre no “naciere de
nuevo
no puede ser hecho participante de la vida que Cristo vino
a dar.
Lo que sucede con la vida, sucede con el crecimiento. Dios es el
que hace florecer el capullo y fructificar las flores. Su poder es el que
hace a la simiente desarrollar “primero hierba, luego espiga, luego
grano lleno en la espiga.
El profeta Oseas dice que Israel “echará
[68]
flores como el lirio.” “Serán revivificados como el trigo, y florecerán
como la vid.
Y el Señor Jesús dice: “Considerad los lirios, cómo
crecen.
Las plantas y las flores no crecen por su propio cuidado,
solicitud o esfuerzo, sino porque reciben lo que Dios proporcionó
para favorecer su vida. El niño no puede por su solicitud o poder
propio añadir algo a su estatura. Ni vosotros podréis por vuestra
solicitud o esfuerzo conseguir el crecimiento espiritual. La planta
y el niño crecen al recibir de la atmósfera circundante aquello que
sostiene su vida: el aire, el sol y el alimento. Lo que estos dones de
la naturaleza son para los animales y las plantas, llega a serlo Cristo
48