Página 101 - El Conflicto Inminente (1969)

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Liberación y refugio para los justos
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de los redimidos, la cual contribuirá a la gloria de Dios por toda la
eternidad. Y tal es el valor del alma, que el Padre está satisfecho con
el precio pagado; y Cristo mismo, al considerar los resultados de su
gran sacrificio, no lo está menos.
[108]
A la venida de Cristo los impíos serán borrados de la superficie
de la tierra, consumidos por el espíritu de su boca y destruídos por el
resplandor de su gloria. Cristo lleva a su pueblo a la ciudad de Dios, y
la tierra queda privada de sus habitantes. “He aquí que Jehová vaciará
la tierra, y la dejará desierta, y cual vaso, la volverá boca abajo, y
dispersará sus habitantes.” “La tierra será enteramente vaciada y
completamente saqueada; porque Jehová ha hablado esta palabra.”
“Porque traspasaron la ley, cambiaron el estatuto, y quebrantaron el
pacto eterno. Por tanto la maldición ha devorado la tierra, y los que
habitan en ella son culpables: por tanto son abrasados los habitantes
de la tierra.”
Isaías 24:1, 3, 5, 6 (VM)
.
Toda la tierra tiene el aspecto desolado de un desierto. Las ruinas
de las ciudades y aldeas destruidas por el terremoto, los árboles
desarraigados, las rocas escabrosas arrojadas por el mar o arrancadas
de la misma tierra, están esparcidas por la superficie de ésta, al
paso que grandes cuevas señalan el sitio donde las montañas fueron
rasgadas desde sus cimientos.
El autor del Apocalipsis predice el destierro de Satanás y el
estado caótico y de desolación a que será reducida la tierra; y declara
que este estado de cosas subsistirá por mil años. Después de descritas
las escenas de la segunda venida del Señor y la destrucción de los
impíos, la profecía prosigue: “Y vi un ángel descender del cielo, que
tenía la llave del abismo, y una grande cadena en su mano. Y prendió
al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y
le ató por mil años; y arrojólo al abismo, y le encerró, y selló sobre
él, porque no engañe más a las naciones, hasta que mil años sean
cumplidos: y después de esto es necesario que sea desatado un poco
de tiempo.”
Apocalipsis 20:1-3
.
Según se desprende de otros pasajes bíblicos, es de toda evi-
dencia que la expresión “abismo” se refiere a la tierra en estado
de confusión y tinieblas. Respecto a la condición de la tierra “en
el principio,” la narración bíblica dice que “estaba desordenada y
vacía; y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo.”
Génesis 1:2
.
[109]
Las profecías enseñan que será reducida, en parte por lo menos, a