Página 46 - El Conflicto Inminente (1969)

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El Conflicto Inminente
favoritos, la mayoría de los hombres cierra los ojos a la luz y sigue
adelante sin cuidarse de las advertencias, mientras Satanás tiende
sus lazos en torno de ellos y los hace presa suya. “Por cuanto no
admitieron el amor de la verdad, para que fuesen salvos, ... Dios les
envía la eficaz operación de error, a fin de que crean a la mentira.”
2
Tesalonicenses 2:10, 11 (VM)
.
Los que se oponen a las enseñanzas del espiritismo atacan no
sólo a los hombres, sino también a Satanás y a sus ángeles. Han
emprendido la lucha contra principados, potestades y malicias es-
pirituales en los aires. Satanás no cederá una pulgada de terreno
mientras no sea rechazado por el poder de mensajeros celestiales.
El pueblo de Dios debe hacerle frente como lo hizo nuestro Sal-
vador, con las palabras: “Escrito está.” Satanás puede hoy citar las
Santas Escrituras como en tiempo de Cristo, y volverá a pervertir
las enseñanzas de ellas para sostener sus engaños. Los que quieran
permanecer firmes en estos tiempos de peligro deben comprender
por sí mismos el testimonio de las Escrituras.
Muchos tendrán que vérselas con espíritus de demonios que
personificarán a parientes o amigos queridos y que proclamarán
las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más
tiernos sentimientos de simpatía y harán milagros con el fin de
sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirles con la
verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que los que
aparecen como tales son espíritus de demonios.
Es inminente “la hora de la tentación que ha de venir en todo el
mundo, para probar a los que moran en la tierra.”
Apocalipsis 3:10
.
Todos aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la Palabra
de Dios serán engañados y vencidos. La operación de Satanás es
“con todo el artificio de la injusticia” a fin de alcanzar dominio sobre
los hijos de los hombres; y sus engaños seguirán aumentando. Pero
sólo puede lograr sus fines cuando los hombres ceden voluntariamen-
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te a sus tentaciones. Los que busquen sinceramente el conocimiento
de la verdad, y se esfuercen en purificar sus almas mediante la obe-
diencia, haciendo así lo que pueden en preparación para el conflicto,
encontrarán seguro refugio en el Dios de verdad. “Por cuanto has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré” (
Vers.
10
), es la promesa del Salvador. El enviaría a todos los ángeles del