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Cartas a Jóvenes Enamorados
a continuación la escribió a Edson y Emma en 1870,
poco después del matrimonio de ellos, y representa las
esperanzas y oraciones de una madre por el hogar que
acababa de establecerse. El consejo muestra el cuidado
de una madre amorosa por su hijo, pero lleva también
la dimensión adicional de su propia experiencia en la
recepción de mensajes divinos procedentes del Señor a
través de visiones.
[15]
Septiembre de 1870
Congreso Campestre
Clyde, Ohio
Queridos Edson y Emma,
Vosotros, hijos míos, os habéis entregado el corazón el uno al
otro. En forma unida, entregadlo ahora enteramente y sin reservas
a Dios. En vuestra vida matrimonial buscad la forma de elevaros el
uno al otro. Mostrad los principios elevados y ennoblecedores de
vuestra santa fe en vuestras conversaciones cotidianas y en la inti-
midad de vuestras vidas. Sed siempre cuidadosos y de sentimientos
tiernos el uno para con el otro. No os permitáis ninguna censura
irónica o burlona del uno hacia el otro, ni aun en forma de juego.
Son peligrosas; lastiman. La herida puede quedar disimulada, y
sin embargo existir, con lo que se sacrifica la paz y se arriesga la
felicidad
.
Hijo mío, contrólate de tal modo que en ningún caso manifiestes
la más mínima actitud que pueda interpretarse como proveniente
de un espíritu dictatorial y abusivo. Habrá recompensa en vigilar
tus palabras antes de pronunciarlas. Esto es más fácil que intentar
retirarlas una vez pronunciadas o borrar la impresión que ellas
provocaron. Habla siempre amablemente. Modula el tono de tu voz.
Que tu rostro y tu voz expresen solamente amor, caballerosidad y
suavidad. Propónte esparcir rayos de luz, pero nunca permitas una
nube. Emma será todo lo que tú puedas desear si eres cuidadoso y
si no le das ocasión para sentirse perturbada, atribulada o para que
dude de la genuinidad de tu amor. Vosotros mismos podéis construir
vuestra felicidad o echarla a perder. Podéis edificarla tratando de
conformar vuestras vidas a la Palabra de Dios, de tal modo que