Responsabilidad sexual de los jóvenes cristianos
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al que ama, disciplina y azota a todo aquel que recibe por hijo. Si
soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo
es aquel a quien el padre no disciplina?”
Hebreos 12:6, 7
.
Ahora tus pasos deben descender profundamente por el valle
de la humillación. Has pensado: “Mi fundamento permanece firme.
Puedo controlarme”. Pero tu experiencia pasada y tu situación
presente debe darte un claro discernimiento de la depravación del
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hombre por causa de su separación de Dios
.
Mi querido muchacho, por amor a Cristo, no continúes enga-
ñándote en tu conducta. Trabaja para la eternidad No consultes
contigo mismo. Quebranta tu corazón delante de Dios a fin de que
la roca no caiga sobre ti y te muela hasta transformarte en polvo
.
¿Qué más podría decirte? Lo que anhelo es que seas salvo.
Deseo que seas perfecto delante de Dios
.
Con amor,
Ellen G. White
Carta 50, 1880
.
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