Página 282 - Consejos para los Maestros (1971)

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Capítulo 49—Como pasar las fiestas
La recreación es necesaria para los que se dedican al trabajo
físico, y es aún más esencial para aquellos cuya labor es principal-
mente mental. No es esencial para nuestra salvación, ni para la gloria
de Dios, mantener la mente trabajando constante y excesivamente,
ni siquiera en temas religiosos. Hay diversiones como el baile, los
naipes, el ajedrez, las damas, etc., que no podemos aprobar, porque
el cielo las condena. Estas diversiones abren la puerta a un gran mal.
No son benéficas en su tendencia, sino que tienen una influencia
excitante y producen en algunas mentes una pasión por los juegos
que los llevará a jugar por dinero y a la disipación. Todos estos
juegos deben ser condenados por los cristianos, y deben substituirse
por algo que sea perfectamente inocuo.
Vi que nuestras fiestas no deben celebrarse de acuerdo con la
manera en que las celebra el mundo, y sin embargo, no deben pasar
inadvertidas, porque ello producirá descontento en nuestros hijos.
Existe durante esos días el peligro de que nuestros hijos estén ex-
puestos a las malas influencias y salgan corrompidos por los placeres
y la excitación del mundo. Estudien, pues, los padres la manera de
ofrecerles algo que reemplace esas diversiones peligrosas. Denles a
comprender que buscan su bien y felicidad.
Unanse varias familias que viven en una ciudad o pueblo y,
dejando las ocupaciones que los han cansado física y mentalmente,
realicen una excursión al campo, al lado de un hermoso lago o a
un lindo bosque, donde el panorama de la naturaleza sea hermoso.
Deben proveerse de alimentos sencillos e higiénicos, las mejores
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frutas y cereales, y tender la mesa a la sombra de un árbol o bajo
la bóveda celeste. El viaje, el ejercicio y el escenario despertarán el
apetito, y disfrutarán de una comida que los reyes podrían envidiar.
En tales ocasiones, los padres y los hijos deben sentirse libres
de cuidados, trabajos y perplejidades. Los padres debieran hacerse
niños con sus hijos y acomodarlo todo tan placenteramente para
ellos como sea posible. Dedíquese todo el día a la recreación.
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