Página 414 - Consejos para los Maestros (1971)

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Capítulo 71—La eficiencia en el servicio
Dios realizará una gran obra por medio de la verdad, si hom-
bres consagrados y abnegados se entregan sin reservas a la obra de
presentar la verdad a los que están en tinieblas. Los que tienen un
conocimiento de la verdad y son consagrados a Dios deben valerse
de toda oportunidad para proclamar el mensaje para este tiempo.
Los ángeles de Dios están obrando en los corazones y en las con-
ciencias de los pueblos de otras naciones, y almas sinceras se sienten
perturbadas al contemplar las señales de los tiempos en el estado
intranquilo de las naciones. Se preguntan: ¿Cuál será el fin de todas
estas cosas?
Pero mientras Dios y los ángeles están obrando para impresionar
los corazones, los siervos de Cristo parecen dormir. Pocos están
trabajando al unísono con los mensajeros celestiales. Todos los que
son cristianos debieran ser obreros en la viña del Señor. Deben
estar bien despiertos, trabajar celosamente por la salvación de sus
semejantes, y seguir el ejemplo que el Salvador les dejó en su vida
de abnegación, sacrificio y esfuerzo fervoroso.
Dios nos ha honrado haciéndonos depositarios de su ley; y si los
ministros y el pueblo fuesen suficientemente despiertos, no descansa-
rían en la indiferencia. Dios nos ha confiado verdades de importancia
vital, que han de probar al mundo; y sin embargo, en nuestro propio
país, hay ciudades, pueblos y aldeas que nunca han oído el mensaje
de amonestación.
Algunos jóvenes son despertados por los pedidos de ayuda para
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la gran obra de Dios y dan algunos pasos adelante, pero la carga
no pesa suficientemente sobre ellos para inducirlos a hacer todo lo
que pudieran. Están dispuestos a realizar una pequeña obra, que
no requiera esfuerzo especial. Por lo tanto, no aprenden a confiar
plenamente en Dios ni a sacar por una fe viva recursos de la gran
Fuente de luz y fuerza, a fin de que sus esfuerzos tengan éxito
completo.
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