Página 448 - Consejos para los Maestros (1971)

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Consejos para los Maestros
el espíritu misionero, aun cuando quite algunas horas al programa
de los estudios regulares, se recibirá mucha bendición del cielo, con
tal que haya más fe y celo espiritual, mejor comprensión de lo que
Dios quiere hacer.
Hay muchas actividades en las cuales los jóvenes pueden hallar
oportunidad de hacer esfuerzos útiles. Hay que organizarlos y edu-
carlos cabalmente en grupos para que trabajen como enfermeros,
visitadores evangélicos, obreros bíblicos, colportores, ministros y
evangelistas misioneros médicos.
Al finalizar los cursos hay oportunidad para que muchos vayan
al campo como colportores evangélicos. El colportor fiel entra en
muchos hogares, donde deja material de lectura que contiene la
verdad para este tiempo. Nuestros estudiantes deben aprender a
vender nuestros libros. Hay necesidad de que hombres de profunda
experiencia cristiana, hombres de mente bien equilibrada, fuertes y
bien educados, se dediquen a este ramo de la obra. Algunos tienen
el talento, la educación y la experiencia que los capacitarían para
educar a los jóvenes en el colportaje de tal manera que se obtenga
mucho más de lo que se hace ahora. Los que poseen esta experiencia
tienen un deber especial que cumplir en la enseñanza de los demás.
La obra del colportaje es uno de los instrumentos señalados por
Dios para difundir el conocimiento de la verdad para este tiempo.
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El esfuerzo hecho en algunas escuelas para hacer circular
Lecciones
prácticas del gran Maestro
ha demostrado lo que pueden realizar
los alumnos en el colportaje. El Señor ha bendecido los esfuerzos
hechos para aliviar de deudas nuestras escuelas, y los que han parti-
cipado en la obra han obtenido una experiencia excelente. Al entrar
en ella desinteresadamente, han recibido gran bendición. Muchos
han adquirido así un conocimiento de cómo vender nuestros libros
mayores.
Dondequiera que sea posible, los estudiantes deben participar
durante el año escolar en la obra hecha en las ciudades. Deben hacer
obra misionera en las ciudades y pueblos circundantes. Pueden
organizarse en grupos que hagan obra caritativa. Deben asumir una
visión amplia de sus actuales obligaciones para con Dios. No tienen
que mirar hacia adelante a un tiempo en que, después que las clases
han terminado, harán alguna obra grande para Dios, sino que deben