Página 209 - Consejos sobre Mayordom

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Capítulo 43—Procurando servir a Dios y a
Mammón
Existe el peligro de perderlo todo mientras se persigue la ganan-
cia mundanal, porque los intereses superiores se olvidan en la febril
ansiedad de conseguir riqueza terrenal. Las preocupaciones y los
sobresaltos inherentes a la tarea de hacerse tesoros en la tierra no
deja tiempo ni deseo para apreciar el valor de las riquezas eternas...
“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro cora-
zón”.
Mateo 6:21
. Vuestros pensamientos, planes y motivos tendrán
un molde terreno, y vuestra alma será contaminada por la codicia y
el egoísmo. “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma?”.
Mateo 16:26
...
El corazón humano puede ser la morada del Espíritu Santo. La
paz de Cristo, que sobrepasa todo entendimiento puede inundar
vuestra alma; y el poder transformador de su gracia puede obrar
en vuestra vida, y prepararos para las mansiones gloriosas. Pero si
empleáis el cerebro, los nervios y los músculos para servir al yo,
no estáis convirtiendo a Dios y el cielo en el primer objetivo de
vuestra vida. Es imposible que entretejáis las gracias de Cristo en
vuestro carácter mientras colocáis todas vuestras energías del lado
del mundo. Podéis tener éxito en la tarea de acumular tesoros en
la tierra, para glorificar el yo; pero “donde esté vuestro tesoro, allí
estará también vuestro corazón”. Las cosas de importancia eterna
ocuparán un lugar secundario. Podéis participar en las formas exte-
riores del culto, pero vuestro servicio será una abominación para el
Dios del cielo. No podéis servir a Dios y a Mammón. Entregaréis
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vuestro corazón y colocaréis vuestra voluntad al lado de Dios o
bien dedicaréis vuestras energías al servicio del mundo. Dios no
aceptará un servicio prestado a medias.—
The Review and Herald, 1
de septiembre de 1910
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