Página 259 - Consejos sobre Mayordom

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Cuando se falla en calcular el costo
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No recarguéis con una institución con problemas a una asociación
que ya está pesadamente cargada con deudas. Es mejor que cada
sanatorio sea responsable por sí mismo.
Los que están a cargo de nuestros sanatorios deberían actuar con
precaución. Habrá momentos de poco progreso. Actúen con sabidu-
ría, tacto y adaptabilidad. Aprendan y practiquen las instrucciones
que Cristo dio concernientes a la edificación de una torre. La previ-
sión es de mucho más valor que cualquier idea tardía—cuando un
descuido de los cálculos prudentes y de la administración cuidadosa
ha llevado evidentemente al fracaso. Los administradores que son
negligentes, que no saben cómo administrar, deberían ser separados
de la obra. Asegúrense los servicios de hombres y mujeres que sepan
manejar las cosas, para que la obra no se enrede.
Que todos los que se relacionan con nuestras instituciones se
humillen delante de Dios. Que le pidan que les ayude a trazar planes
con sabiduría y economía para que las instituciones arraiguen firme-
mente y lleven fruto para gloria de Dios. No deben depender de los
hombres. Deben contemplar a Jesús. Deben velar y orar dando accio-
nes de gracias. Aseguraos de que estáis estrechamente relacionados
con Cristo.—
Carta 199, 1901
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Deudas contraídas por edificar en exceso
Hno. _____, contraer deudas no es obrar con sabiduría. Ud. es
un hombre prudente y no necesita que le recuerde esto. Una deuda
es un yugo, un yugo duro e irritante. No es prudente comprar otro
terreno cerca de _____, Ud. se ha visto apremiado casi más allá
de toda medida en su esfuerzo por edificar y equipar el sanatorio
de _____. Habría sido más conveniente construir un edificio más
pequeño. Yo siempre pensé que habría sido mejor reducir los planes
de construcción aún más de lo que se los ha reducido, y entonces,
cuando hubiera habido recursos y se hubiera necesitado más espacio,
el edificio habría podido ampliarse. Habría costado mucho menos
equipar un edificio más pequeño.—
Carta 158, 1902
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