Página 236 - Conducci

Basic HTML Version

232
Conducción del Niño
Cuando se descuida la debida corrección
—Tiemblo especial-
mente por las madres cuando las veo tan ciegas y que sienten tan
livianamente la responsabilidad que descansa sobre una madre. Ven
a Satanás que está trabajando en el niño caprichoso aun cuando
tenga pocos meses de edad. Lleno de ira rencorosa, Satanás parece
poseerlos completamente. Sin embargo, quizá haya en el hogar una
abuela, una tía o algún otro pariente o amigo que procure hacer que
crea el padre que sería una crueldad corregir a ese niño; cuando
precisamente lo opuesto es verdadero; y la mayor de las crueldades
es permitir que Satanás se posesione de ese tierno e indefenso niño.
Satanás debe ser reprochado. Debe quebrantarse su dominio sobre el
niño. Si se necesita la corrección, sed fieles y leales. El amor de Dios,
la verdadera compasión por el niño, inducirán al fiel cumplimiento
del deber.—
The Review and Herald, 14 de abril de 1885
.
Las perplejidades del trato familiar
—No es lo mejor que los
miembros de una, dos o tres familias que están unidas por vínculos
matrimoniales, se establezcan cerca unas de otras. La influencia no
resulta buena. Las ocupaciones de una son las ocupaciones de todas.
Las perplejidades y dificultades que de una forma u otra afectan a
toda familia, y que, hasta donde sea posible, debieran quedar dentro
de los límites del círculo familiar, se extienden a las otras familias y
tienen su influencia sobre las reuniones religiosas. Hay asuntos que
no debieran ser conocidos por una tercera persona, no importa cuán
amigable sea o cuán íntimamente esté relacionada. Los individuos
[272]
y las familias debieran mantener esos asuntos para ellos mismos.
Pero la íntima relación de varias familias, que están en constante
comunicación, tiene la tendencia de quebrantar la dignidad que
debiera mantenerse en cada familia. Al realizar el delicado deber
de reprochar y amonestar, habrá el peligro de herir sentimientos,
a menos que se lleve a cabo con la mayor ternura y cuidado. Aun
las mejores personas están expuestas a cometer errores y faltas y
debiera tenerse mucho cuidado en no exagerar las cosas pequeñas.
Es muy agradable para los sentimientos naturales tal relación
familiar y de iglesia; pero no es lo mejor cuando se toman en cuenta
todos los factores del desarrollo de caracteres simétricos y cristia-
nos. . . . Todas las familias serían mucho más felices si estuvieran
separadas y se visitaran ocasionalmente, y su influencia mutua sería
diez veces mayor.