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Conducción del Niño
como para construir una escuela pequeña y conveniente. He dicho a
la junta escolar que yo les cedería algo de terreno por todo el tiempo
que ellos lo usaran para propósitos escolares. Espero que se des-
pierte suficiente interés para que podamos erigir un edificio donde
nuestros hijos puedan ser enseñados; en la Palabra de Dios que es la
sangre vital y la carne del Hijo de Dios. . . . ¿No os interesaréis en
la construcción de este edificio escolar en el cual se ha de enseñar la
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Palabra de Dios? Cuando se le preguntó a un hombre cuánto daría a
la escuela en forma de trabajo, dijo que si se le daban tres dólares por
día. casa y comida, nos ayudaría. Pero no queremos ofertas de esa
clase. Recibiremos ayuda. Esperamos tener un edificio escolar en el
que se pueda enseñar la Biblia, en el que se puedan ofrecer oraciones
a Dios, y en el que los niños puedan ser instruidos en los principios
bíblicos. Esperamos que todos los que puedan unirse con nosotros
deseen participar en la construcción de este edificio. Esperamos
preparar un pequeño ejército de obreros en esta ladera.—
Manuscrito
100, 1902
.
Ayudad con trabajo así como con dinero
—Sabemos que to-
dos están interesados en el buen éxito de esta empresa. Los que
dispongan de tiempo, den unos pocos días para ayudar a construir
esta escuela. Todavía no se ha prometido suficiente dinero para pagar
siquiera el material necesario. Estamos contentos por lo que se ha
dado, pero ahora pedimos a todos que se interesen decididamente
en este asunto, de modo que pronto tengamos un lugar donde pue-
dan estudiar la Biblia nuestros hijos, que es el fundamento de toda
verdadera educación. El temor del Señor, la primerísima lección a
enseñarse, es el principio de la sabiduría.
No hay razón para que este asunto se estanque. Dispónganse
todos a ayudar, perseverando con interés inmutable hasta que esté
completo el edificio. Hagan todos algo. Quizá algunos tengan que
levantarse a las 4 de la mañana a fin de ayudar. Por regla general,
comienzo mi trabajo antes de esa hora. Tan pronto como haya luz del
día, algunos podrían comenzar a trabajar en el edificio, empleando
una hora o dos antes del desayuno. Quizá otros no puedan hacer esto.
Pero todos pueden hacer algo para mostrar su interés en facilitar a los
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niños su educación en una escuela donde puedan ser disciplinados
y preparados para el servicio de Dios. Seguramente su bendición
descansará sobre cada esfuerzo. . . .