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Predominio de vicios corruptores
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cunde por doquiera. La disolución es el pecado característico de
esta era. Nunca alzó el vicio su deforme cabeza con tanta osadía
como ahora. La gente parece aturdida y los amantes de la virtud y
de la verdadera bondad casi se desalientan por esta osadía, fuerza y
predominio del vicio.—
Joyas de los Testimonios 1:253
.
Se me indicó (
Romanos 1:18-32
) como un cuadro que describe
al mundo antes de la segunda venida de Cristo.—
An Appeal to
Mothers, 27
.
Es el pecado, no las pruebas y sufrimientos, lo que separa a
Dios de su pueblo e incapacita al alma para disfrutar de Dios y
glorificarlo. Es el pecado el que destruye a las almas. El pecado y el
vicio existen en las familias observadoras del sábado.—
Testimonies
for the Church 2:390, 391
.
Satanás ataca a la juventud
—La obra especial de Satanás en
estos últimos días es posesionarse de la mente de la juventud, co-
rromper los pensamientos e inflamar las pasiones; porque sabe que
al hacer esto, puede guiarlos a acciones impuras y así se denigrarán
todas las nobles facultades de la mente y puede dominarlos de acuer-
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do con sus propios propósitos.—
Christian Temperance and Bible
Hygiene, 136
.
Un indicio de la sociedad futura
—La juventud de hoy día es
un indicio seguro de la sociedad futura, y al verla, ¿qué podemos es-
perar para el futuro? La mayoría son aficionados a las diversiones y
les repugna el trabajo. . . . Tienen poco dominio propio y se excitan y
enojan por el más pequeño motivo. Muchísimos, de todas las edades
y circunstancias de la vida, no tienen principios ni conciencia, y con
sus hábitos de haraganería y despilfarro se hunden en el vicio y están
corrompiendo a la sociedad, hasta que nuestro mundo se convierta
en una segunda Sodoma. Si los apetitos y las pasiones estuvieran
bajo el dominio de la razón y de la religión, la sociedad presentaría
un aspecto muy diferente. Dios nunca quiso que existieran las pre-
sentes condiciones lastimosas; se han provocado por las tremendas
violaciones de las leyes de la naturaleza.—
Christian Temperance
and Bible Hygiene, 45
.
Los problemas de la masturbación
—Algunos que ostensible-
mente profesan el cristianismo no comprenden el pecado del abuso
propio [masturbación] y sus resultados inevitables. Un hábito inve-
terado ha cegado su entendimiento. No se dan cuenta del carácter