Un llamamiento a la superación
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Trate de convertir en un éxito su vida hogareña. Desempeñar
bien la posición de esposa y madre significa mucho más de lo que
Ud. ha pensado. . . . Necesita la cultura y la experiencia de la
vida doméstica. Ud. necesita la variedad, el aliciente, el esfuerzo
ferviente, el cultivo del poder de la voluntad, que proporciona esta
vida.—
Carta 5, 1884
.
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Los padres que están demasiado ocupados
—Muchos padres
sostienen que tienen mucho que hacer de modo que no les queda
tiempo para cultivar su mente, educar a sus hijos para la vida práctica,
o para enseñarles cómo pueden llegar a ser corderos del rebaño de
Cristo.—
Testimonies for the Church 3:144, 145
.
Los padres no deben descuidar el fortalecimiento de su mente
contra el pecado, para precaverse contra aquello que no sólo los
arruinará a ellos mismos sino que transmitirá dolor y toda clase de
miserias y males a sus descendientes. Al educarse correctamente
ellos mismos, los padres han de enseñar a sus hijos que los cielos
gobiernan.—
Carta 86, 1899
.
Los padres deben recibir el consejo
—Mientras duermen en
una impía indiferencia, Satanás está sembrando en el corazón de
sus hijos semillas que brotarán para producir una cosecha mortífera.
Sin embargo, a menudo estos padres resisten los consejos que pro-
curan corregir sus errores. Actúan como si quisieran preguntarles
a aquellos que los aconsejan: ¿Qué derecho tiene Ud. para meterse
con mis hijos? ¿Pero no son sus hijos también los hijos de Dios?
¿Cómo considera Dios su impío descuido de su deber? ¿Qué excusa
presentarán cuando les pregunte por qué trajeron hijos al mundo, y
luego los dejaron abandonados a las tentaciones de Satanás?—
The
Signs of the Times, 3 de abril de 1901
.
Preparaos para escuchar consejos de otros. No penséis que no
incumbe a vuestras hermanas o hermanos la manera como tratáis a
vuestros hijos, o cómo se conducen vuestros hijos.—
Manuscrito 27,
1911
.
El beneficio de las reuniones destinadas al consejo mutuo
—
Dios nos ha encomendado una obra muy sagrada, y necesitamos
reunirnos para recibir instrucción, a fin de capacitarnos para reali-
zarla. . . . Necesitamos reunirnos y recibir el toque divino para poder
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comprender cuál es esa obra que debemos realizar en el hogar. Los
padres necesitan comprender cómo deben enviar a sus hijos e hijas