Cualidades esenciales
Los que tienen el deber de escoger maestros, deberían ejercer
cuidado, y no insistir en que entren en la escuela personas que no
estén preparadas para ejercer una buena influencia. ¿Cómo se com-
porta el maestro? ¿Es puntual? ¿Es aseado y esmerado? Es menester
fijarse en estas cosas; porque estas cualidades son esenciales en
un maestro. ¿Cómo puede él imponer estos requisitos necesarios a
su clase, a menos que ésta tenga delante de sí un ejemplo de pun-
tualidad, de prolijidad, compostura y orden? Si el maestro no se
halla en su lugar y deja que la clase se distraiga, y entra precipita-
damente, sin aliento y tarde, se fomenta la falta de puntualidad y el
desorden.—
Testimonies on Sabbath-School Work, 95, 96
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