Página 188 - Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica (1992)

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La necesidad de consagración que tienen los obreros
de la Escuela Sabática
Aquellos que se ocupan en la obra de la escuela sabática deberían
ser personas que se hayan consagrado a Dios. Deberían ser hom-
bres y mujeres de fe robusta y de ardorosa simpatía, fervientes de
espíritu, e interesados en todo lo que concierne a la causa de Cristo.
Deberían entregarse a la obra con esfuerzo desinteresado, cualquiera
sea el sacrificio requerido, poniéndose sobre el altar y suplicando
con vehemente clamor y lágrimas por la conversión de la juventud
que ha sido confiada a su cuidado. Entre aquellos que quieren tra-
bajar para el Señor en la escuela sabática, debe ser crucificada toda
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ambición egoísta, y “nada hagáis por contienda o por vanagloria,
antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros.”
Sea la primera ambición del obrero de la escuela sabática educar
a la juventud para cumplir con su deber en el temor de Dios y con
sencillez.
Lo que más falta hace en la escuela sabática no es maquinaria,
sino conocimiento de las cosas espirituales. ¡Cuán grandemente
necesitan los obreros un bautismo del Espíritu Santo, para llegar a
ser verdaderos misioneros para Dios! Deberían aprender a esforzar
cuanto fuese posible sus mentes, a fin de adquirir un conocimiento
mejor de las verdades de la Biblia. Los maestros de la escuela
sabática deberían orar diariamente por la iluminación del cielo, a fin
de poder revelar a la mente de la juventud los tesoros de la sagrada
Palabra. ¿Por qué no humillaros delante del Señor y permitir que
la impresión del Espíritu Santo se manifieste en vuestro carácter
y obra? Existe demasiada complacencia propia entre aquellos que
se ocupan de la obra de la escuela sabática, demasiada maquinaria
y rutina, y todo esto tiende a alejar al alma de la Fuente del agua
viva.—
Testimonies on Sabbath-School Work, 73, 74
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