La sustitución de la Biblia por ficciones
Tanto los ancianos como los jóvenes descuidan la Biblia. No
hacen de ella su estudio, la regla de su vida. Especialmente los
jóvenes son culpables de tal negligencia. La mayoría de ellos hallan
tiempo para leer otros libros, pero no estudian diariamente el Libro
que señala el camino a la vida eterna. Leen atentamente historias
inútiles, mientras descuidan la Biblia. Este libro es nuestra Guía
que nos lleva a una vida más elevada y más santa. Los jóvenes
declararían que es el libro más interesante que leyeron alguna vez,
si su imaginación no se hubiera pervertido por la lectura de historias
ficticias.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 131
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