Página 130 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Capítulo 14—Los Testimonios para la iglesia
A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última amo-
nestación al mundo se extiende, resulta más importante para los que
aceptan la verdad presente tener una clara comprensión de la natu-
raleza e influencia de los
Testimonios
, que en su providencia Dios
vinculó con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo
nacimiento
En los tiempos antiguos Dios habló a los hombres por la boca de
los profetas y apóstoles. En estos días les habla por los
Testimonios
de su Espíritu. Nunca hubo un tiempo en que Dios instruyera a su
pueblo más fervientemente de lo que lo instruye ahora acerca de su
voluntad y de la conducta que quiere que siga...
Las amonestaciones y los reproches no son dados a los que
yerran entre los adventistas del séptimo día porque su vida merezca
más censura que la de los que profesan ser cristianos en las iglesias
nominales,... sino porque tienen gran luz, y han asumido por su
profesión la posición de pueblo especial y escogido de Dios, teniendo
su ley escrita en su corazón
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Los mensajes que me eran dados para diferentes personas los
escribía frecuentemente para ellas, haciéndolo en muchos casos en
respuesta a su urgente pedido. A medida que mi obra se extendía,
esto llegó a ser una parte importante y pesada de mis labores.
En una visión que me fue dada hace como veinte años {1871}
“me fue ordenado que presentara principios generales, al hablar y
escribir, y que al mismo tiempo especificara los peligros, errores y
pecados de algunas personas, para que todos pudiesen ser amones-
tados, reprendidos y aconsejados. Vi que todos deben escudriñar
su corazón y su vida detenidamente, para ver si no han cometido
los mismos errores por los cuales otros fueron corregidos, y si las
amonestaciones dadas para otros no se aplican a su propio caso. Si
así sucede, deben sentir que las reprensiones y el consejo fueron
dados especialmente para ellos, y deben darles una aplicación tan
práctica como si se les hubiesen dirigido especialmente. Dios quiere
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