Página 132 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Consejos para la Iglesia
La Palabra de Dios basta para iluminar la mente más obscurecida,
y puede ser entendida por los que tienen deseos de comprenderla.
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Pero no obstante todo eso, algunos que profesan estudiar la Palabra
de Dios se encuentran en una oposición directa a sus más claras
enseñanzas. Entonces, para dejar a hombres y mujeres sin excusa,
Dios da testimonios claros y señalados, a fin de hacerlos volver a la
Palabra que no han seguido. La Palabra de Dios abunda en princi-
pios generales para la formación de hábitos correctos de vida, y los
testimonios, generales y personales, han sido calculados para atraer
su atención más especialmente a esos principios.
Tomé la preciosa Biblia, y la rodeé con los varios
Testimonios
para la iglesia
, dados para el pueblo de Dios. Aquí se tratan, dije
yo, los casos de casi todos. Se les señalan los pecados que deben
rehuir. El consejo que desean puede encontrarse aquí, dado para
otros casos similares. A Dios le ha agradado daros línea tras línea y
precepto tras precepto. Pero pocos de entre vosotros saben realmente
lo que contienen los
Testimonios.
No estáis familiarizados con las
Escrituras. Si os hubieseis dedicado a estudiar la Palabra de Dios,
con un deseo de alcanzar la norma de la Biblia y la perfección
cristiana, no habríais necesitado los
Testimonios.
Es porque habéis
descuidado el familiarizaros con el Libro inspirado de Dios por lo
que él ha tratado de alcanzaros mediante testimonios sencillos y
directos, llamando vuestra atención a las palabras de la inspiración
que habéis descuidado obedecer, e invitándoos a amoldar vuestra
vida de acuerdo con sus enseñanzas puras y elevadas
Juzgad los “Testimonios” por sus frutos
Júzguense los
Testimonios
por sus frutos. ¿Cuál es el espíritu de
su enseñanza? ¿Cuál ha sido el resultado de su influencia? Todos
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los que desean hacerlo, pueden familiarizarse con los frutos de estas
visiones. Dios ha considerado propio dejarlas sobrevivir y fortale-
cerlas contra la oposición y las fuerzas de Satanás, y la influencia de
los agentes humanos que han ayudado a Satanás en su obra.
O está Dios enseñando a su iglesia, reprendiendo sus errores,
fortaleciendo su fe, o no lo está haciendo. La obra es de Dios, o no
lo es. Dios no hace nada en sociedad con Satanás. Mi obra... lleva la