Página 50 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Consejos para la Iglesia
instrucción de los ángeles. Las visiones no pueden explicarse por la
excitación o la imaginación.
6. Elena G. de White no estuvo manejada por los que estaban a
su alrededor. Escribió a cierto hombre: “Usted piensa que algunas
personas han predispuesto mi mente. Si éste es el caso, no soy idónea
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para que se me confíe la obra de Dios”
7. Su obra fue reconocida por sus contemporáneos. Tanto los
que vivieron y trabajaron en la iglesia con Elena G. de White, como
muchos que no pertenecían a la iglesia la reconocieron como “la
mensajera del Señor”. Los que estaban más cerca de ella tenían
plena confianza en su llamamiento y en su obra.
Estas 4 pruebas bíblicas y las evidencias adicionales que se han
bosquejado nos aseguran que la obra de Elena G. de White es de
Dios y es digna de incuestionable confianza.
Los numerosos libros de Elena G. de White están llenos de
consejos e instrucciones de valor permanente para la iglesia. Estos
testimonios nos son útiles hoy día, sea que fueran de una naturaleza
más general, o que fuesen testimonios personales para familias y
personas. Con respecto a este punto, dice Elena G. de White:
“Puesto que la instrucción y amonestación dadas en los testi-
monios para los casos individuales se aplicaban con igual fuerza a
muchos otros que no habían sido señalados especialmente de esta
manera, me pareció que era mi deber publicar los testimonios per-
sonales para beneficio de la iglesia... No conozco ninguna manera
mejor de presentar mis visiones de los peligros y errores genera-
les, así como el deber de todos los que aman a Dios y guardan sus
mandamientos, que dando estos testimonios”
Leer los testimo-
nios para encontrar algún punto en el cual basar la condenación de
algún miembro de la iglesia es hacer un uso equivocado de ellos.
Los testimonios nunca deben ser usados como un garrote para que
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algún hermano o hermana vea las cosas precisamente como las ve-
mos nosotros. Hay asuntos que deben ser dejados personalmente al
individuo para que los arregle a solas con Dios.
Los consejos deberían estudiarse para encontrar los principios
básicos que se aplican a nuestras vidas en el tiempo actual. El
corazón humano es muy parecido en todo el mundo; los problemas
de uno son a menudo los problemas de otro. “Al reprender los
males de uno”, escribió Elena G. de White, [Dios] “quiere corregir a