Página 60 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Consejos para la Iglesia
Las Escrituras describen la condición del mundo inmediatamente
antes de la segunda venida de Cristo. He aquí lo que está escrito
tocante a los hombres que acumulan con fraude sus grandes riquezas.
“Vuestro oro y plata están corrompidos de orín [moho]; y su orín os
será en testimonio, y comerá del todo vuestras carnes como fuego.
Os habéis allegado tesoro para los postreros días. He aquí, el jornal
de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño
no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que
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habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis
cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios. Habéis
condenado y muerto al justo; y él no os resiste”.
Santiago 5:3-6
.
Mas, ¿quién reconoce las advertencias dadas por las señales
de los tiempos que se suceden con tanta rapidez? ¿Qué impresión
hacen a los mundanos? ¿Qué cambio podemos ver en su actitud?
Su actitud no se diferencia de la de los antediluvianos. Absortos
en sus negocios y en los deleites mundanos, los contemporáneos
de Noé “no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó a todos”.
Mateo 24:39
. Las advertencias celestiales les fueron dirigidas, pero
rehusaron escuchar. Asimismo hoy el mundo, sin prestar atención
alguna a las amonestaciones de Dios, se precipita hacia la ruina
eterna.
Un espíritu belicoso agita al mundo. La profecía contenida en
el undécimo capítulo del libro de Daniel, está casi completamente
cumplida. Muy pronto se realizarán las escenas de angustia descritas
por el profeta.
“He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda y trastorna su
haz, y hace esparcir sus moradores... Porque traspasaron las leyes,
falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno. Por esta causa
la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados...
Cesó el regocijo de los panderos, acabóse el estruendo de los que se
huelgan, paró la alegría del arpa”.
Isaías 24:1-8
.
“¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá
como destrucción por el Todopoderoso”.
Joel 1:15
...
“Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos,
y no había en ellos luz. Miré los montes, y he aquí que temblaban,
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y todos los collados fueron destruidos. Miré y no había hombre, y
todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el Carmelo