Capítulo 4—El régimen en diversos países
Adecuado a la estación y al clima
143. Los alimentos utilizados deben corresponder al clima. Algu-
nos alimentos adecuados para un país no serían en absoluto propios
para otro lugar.—
Carta 14, 1901
.
144. Pero no todos los alimentos sanos de por sí convienen
igualmente a nuestras necesidades en cualquier circunstancia. Nues-
tro alimento debe escogerse con mucho cuidado. Nuestro régimen
alimenticio debe adaptarse a la estación del año, al clima en que
vivimos y a nuestra ocupación. Algunos alimentos que convienen
perfectamente a una estación del año o en cierto clima, no convie-
nen en otros. También sucede que ciertos alimentos son los más
apropiados para diferentes ocupaciones. Con frecuencia el alimento
que un operario manual o bracero puede consumir con provecho
no conviene a quien se entrega a una ocupación sedentaria o a un
trabajo mental intenso. Dios nos ha dado una amplia variedad de
alimentos sanos, y cada cual debe escoger el que más convenga a
sus necesidades, conforme a la experiencia y a la sana razón.—
El
Ministerio de Curación, 228 (1905)
.
Hay alimentos nutritivos en todos los países
145. Hagamos un progreso inteligente en la simplificación de
nuestro régimen alimenticio. En la providencia de Dios, todo país
produce artículos de alimentación que contienen la nutrición nece-
saria para edificar el organismo. Estos pueden presentarse en forma
de platos saludables y apetitosos.—
Carta 135, 1902
.
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146. Si procedemos con prudencia, podremos conseguir en casi
cualquier país la clase de alimentos que más favorece a la salud. Las
variadas preparaciones de arroz, trigo, maíz y avena, como también
las judías, porotos o frijoles, guisantes y lentejas se exportan hoy
a todas partes. Estos alimentos, junto con las frutas indígenas o
importadas, y con la variedad de verduras propias de cada país,
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