Página 373 - Consejos Sobre el R

Basic HTML Version

Las carnes (continuación de “las proteínas”)
369
665. Si conocierais solamente la naturaleza de la carne que
coméis, si vierais los animales vivos cuya carne es tomada cuando
se matan, os apartaríais con asco de la carne. Los mismos animales
[460]
cuya carne coméis están frecuentemente tan enfermos que, si se los
dejara, morirían por esa causa; pero mientras todavía está en ellos el
aliento de vida, son sacrificados y traídos al mercado. Incorporáis
directamente en vuestro organismo humores y veneno de la peor
clase, y sin embargo no os dais cuenta de ello.—
Testimonies for the
Church 2:404, 405 (1870)
.
Los animales sufren su efecto
666. A menudo se llevan al mercado y se venden para servir de
alimento animales que están ya tan enfermos que sus dueños temen
guardarlos más tiempo. Algunos de los procedimientos seguidos
para cebarlos ocasionan enfermedades. Encerrados sin luz y sin aire
puro, respiran el ambiente de establos sucios, se engordan tal vez
con productos averiados y su cuerpo entero resulta contaminado de
inmundicias.
Muchas veces los animales son transportados a largas distan-
cias y sometidos a grandes penalidades antes de llegar al mercado.
Arrebatados de sus campos verdes, y salvando con trabajo muchos
kilómetros de camino, sofocados por el calor y el polvo o amonto-
nados en vagones sucios, calenturientos y exhaustos, muchas veces
faltos de alimento y de agua durante horas enteras, los pobres anima-
les son arrastrados a la muerte para que con sus cadáveres se deleiten
los seres humanos.—
El Ministerio de Curación, 242 (1905)
.
667. Muchos mueren de enfermedades causadas totalmente por
el consumo de carne; sin embargo, no por esto el mundo parece
actuar con más sabiduría. A menudo se matan animales que han sido
transportados a través de una distancia considerable para faenar-
los. La sangre se ha calentado. Están llenos de carne, y han estado
privados del ejercicio saludable, y cuando tienen que viajar tanta dis-
tancia, se enferman y se agotan, y en esa condición son sacrificados
[461]
para el mercado. Su sangre está muy inflamada, y los que comen su
carne, comen veneno. Algunos no son afectados inmediatamente, en
tanto que otros son atacados por dolores agudos, y mueren de fiebre,
cólera o alguna enfermedad desconocida.