Página 407 - Consejos Sobre el R

Basic HTML Version

El agua como bebida
403
evitado largos días y noches de sufrimiento, y se habrían salvado
muchas vidas preciosas. Pero miles de personas han muerto por
la fiebre consumidora, hasta que se agotó el combustible que las
alimentaba, y hasta que se consumieron las fuerzas vitales, y los
pacientes murieron en la mayor agonía sin que se les permitiera
beber agua para aliviar su sed abrasadora. El agua que se administra
a un edificio insensible para apagar el fuego rugiente, le es negada
a los seres humanos para apagar el fuego que consume sus fuerzas
vitales. [
How to Live, 62, 63
.]—
Mensajes Selectos 2:518 (1866)
.
El uso debido e indebido del agua
731. Muchos cometen un error al beber agua fría en sus comidas.
Tomada con las comidas, el agua disminuye el flujo de las glándulas
salivales; y cuanto más fría el agua, mayor es el perjuicio para el
estómago. El agua o la limonada heladas, tomadas con la comida,
detendrán la digestión hasta que el organismo haya impartido su-
ficiente calor al estómago para habilitarlo a reiniciar su tarea. Las
bebidas calientes son debilitantes; y además, los que se complacen
en usarlas llegan a ser esclavos del hábito. El alimento no debe
ser lavado; no se necesita beber nada con los alimentos. Cómase
con lentitud, y permítase que la saliva se mezcle con los alimentos.
Cuanto más líquido se introduzca en el estómago con las comidas,
[505]
tanto más difícil es que los alimentos se digieran; porque el líquido
debe ser primeramente absorbido. No consumáis sal en gran escala;
abandonad los encurtidos envasados; dejad libre vuestro estómago
de los alimentos con muchas especias; comed fruta en vuestras co-
midas, y la irritación que exige beber tanto cesará. Pero si algo se
necesita para apagar la sed, el agua pura, bebida poco tiempo antes
o después de la comida, es todo lo que la naturaleza exige. Nunca se
tome té, café, cerveza, vino o cualquier bebida alcohólica. El agua
es el mejor líquido posible para limpiar los tejidos.—
The Review
and Herald, 29 de julio de 1884
.
[
Más acerca de las bebidas en la alimentación—165, 166
]
[
Una de las medicinas de Dios—451, 452, 454
]