Capítulo 31—Ha de darse instrucción sobre los
temas de la salud
[528]
[529]
La necesidad de impartir educación higiénica
759. Nunca fue tan necesario como hoy dar educación en los
principios que rigen la salud. A pesar de los maravillosos adelantos
relacionados con las comodidades y el bienestar de la vida, y aun con
la higiene y el tratamiento de las enfermedades, resulta alarmante
el decaimiento del vigor y de la resistencia física. Esto requiere la
atención de cuantos toman muy a pecho el bienestar del prójimo.
Nuestra civilización artificial fomenta males que anulan los sa-
nos principios. Las costumbres y modas están en pugna con la
naturaleza. Las prácticas que imponen, y los apetitos que alientan,
aminoran la fuerza física y mental y echan sobre la humanidad una
carga insoportable. Por doquiera se ven intemperancia y crímenes,
enfermedad y miseria.
Muchos violan las leyes de la salud por ignorancia, y necesitan
instrucción. Pero la mayoría sabe cosas mejores que las que prác-
tica. Debe comprender cuán importante es que rija su vida por sus
conocimientos.—
El Ministerio de Curación, 87 (1905)
.
760. Se nota gran falta de instrucción respecto a la reforma
dietética. A los malos hábitos en el comer y al consumo de manjares
[530]
malsanos se debe gran parte de la intemperancia, los crímenes y
la miseria que azotan al mundo.—
El Ministerio de Curación, 105
(1905)
.
[
Medical Missionary, noviembre-diciembre, 1892
]
761. Si queremos elevar la norma moral en cualquier país a donde
seamos llamados a ir, debemos comenzar corrigiendo los hábitos
físicos del pueblo. La virtud del carácter depende de la debida acción
de las facultades de la mente y del cuerpo.—
Counsels on Health,
505
.
424