Página 443 - Consejos Sobre el R

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Ha de darse instrucción sobre los temas de la salud
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placencias egoístas destructoras de la salud practicadas por hombres
y mujeres han contrarrestado la influencia del mensaje que ha de
preparar al pueblo para el gran día de Dios. Si las iglesias esperan
fuerza, deben vivir la verdad que Dios les ha dado. Si los miembros
de nuestras iglesias no prestan atención a la luz sobre este asunto,
cosecharán el seguro resultado en una degeneración tanto espiritual
como física. Y la influencia de estos miembros de iglesia más an-
tiguos se hará sentir sobre los que han aceptado recientemente la
fe. El Señor no obra para traer a muchas almas a la verdad, debido
a los miembros de iglesia que nunca han estado convertidos, y a
aquellos que una vez se convirtieron, pero que han apostatado. ¿Qué
influencia tienen sobre los nuevos conversos estos miembros no
consagrados? ¿No anularían el efecto del mensaje dado por Dios
que su pueblo ha de presentar?—
Testimonies for the Church 6:370,
371 (1900)
.
[548]
Cada miembro ha de impartir la verdad
785. Hemos llegado a un tiempo en el cual cada miembro de la
iglesia debe hacer obra misionera médica. Este mundo se parece a
un hospital lleno de víctimas de enfermedades físicas y espirituales.
Por todas partes, hay gente que muere por carecer del conocimiento
de las verdades que nos han sido confiadas. Es necesario que los
miembros de la iglesia despierten y comprendan su responsabilidad
en cuanto a dar a conocer estas verdades. Los que han sido alumbra-
dos por la verdad deben ser portaluces para el mundo. En el tiempo
actual, ocultar nuestra luz sería una gravísima falta. El mensaje que
Dios dirige a su pueblo hoy es éste: “Levántate, resplandece; porque
ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”.
Isaías
60:1
.
Por todas partes, se ven personas que han tenido mucha luz y
conocimiento elegir voluntariamente el mal antes que el bien. No
tratan de reformarse, y empeoran de día en día. Mas los hijos de
Dios no deben vivir en las tinieblas. Como reformadores, deben
andar en la luz.—
Joyas de los Testimonios 3:102 (1902)
.