Página 468 - Consejos Sobre el R

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Apéndice 1—Experiencia personal de Elena G. de
White como reformadora en pro de la salud
[
Al leer las declaraciones de la Sra. de White con respecto a sus
prácticas dietéticas, el estudiante reflexivo reconocerá los siguientes
principios:
Primero:
“La reforma alimenticia debe ser. progresiva”.—
El
Ministerio de Curación, 247
. La luz no fue dada en su plenitud al
comienzo. Fue concedida con fuerza creciente de tiempo en tiempo
a medida que la gente se preparaba para comprender y obrar de
acuerdo con ella, y era adecuada a las prácticas y las costumbres
generales del comer en la época en que la instrucción fue dada.
Segundo:
“No establecemos ninguna línea precisa para ser se-
guida en materia de. alimentación”.—
Testimonies for the Church
9:159
. Se dieron advertencias reiteradas contra ciertos alimentos
específicamente perniciosos. Pero en general, se presentaron los
principios generales, y la aplicación detallada de estos principios
amplios a veces debe ser determinada por la experimentación, y en
base a las mejores conclusiones científicas asequibles.
Tercero:
“Yo no me constituyo en criterio para. nadie”.—
Carta
45, 1903
. Habiendo adoptado en forma inteligente ciertas reglas para
sí misma, la Sra. de White a veces describió el régimen alimenticio
de su propio hogar, pero no como una regla por la cual otros debían
regirse en forma rígida.—
Los compiladores
.
]
La primera visión de la reforma pro salud
1. Fue en el hogar del Hno. A. Hilliard, ubicado en Otsego,
Míchigan, el 6 de junio de 1863 cuando el gran tema de la reforma
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pro salud fue abierto delante de mí en visión.—
The Review and
Herald, 8 de octubre de 1867
.
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