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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
Cristo nos ha dejado aquí una lección de las más importantes.
El no estimula la indolencia en su enseñanza. Su ejemplo fue lo
opuesto de esto. Cristo era un obrero ferviente. La suya fue una vida
de abnegación, diligencia, perseverancia, industria y economía. El
quiere presentar delante de nosotros el peligro de hacer del comer y
beber lo más importante. Revela el resultado de ceder a la compla-
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cencia del apetito. Las facultades morales son debilitadas, de manera
que el pecado no parece pecaminoso. Los crímenes son tolerados,
y las bajas pasiones gobiernan la mente, hasta que la corrupción
general elimina los buenos principios e impulsos, y Dios es blasfe-
mado. Todo esto es el resultado de comer y beber en exceso. Esta es
precisamente la condición que él declara que existiría en ocasión de
su segunda venida.
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Apreciarán
ellos la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones?
Cristo nos presenta algo por lo cual afanarnos que es más elevado
que meramente lo que hemos de comer, lo que hemos de beber, o lo
que ha de vestirnos. El comer, el beber y el vestirnos son llevados
a tales excesos que se convierten en crímenes, y se hallan entre los
pecados notables de los últimos días, y constituyen una señal de la
pronta venida de Cristo. Tiempo, dinero y energía que pertenecen
al Señor, pero que él nos ha confiado, se malgastan en innecesarias
superfluidades del vestido, y en excesos propios de un apetito per-
vertido, que disminuye la vitalidad y trae sufrimiento y decadencia.
Es imposible presentar nuestro cuerpo como sacrificio vivo a Dios,
cuando está lleno de corrupción y enfermedad debido a nuestra pro-
pia indulgencia pecaminosa.—
Testimonies for the Church 3:163,
164 (1873)
.
Corrupciones prevalecientes debidas al apetito no restringido
89. Muchos se maravillan de que la humanidad haya degenerado
tanto, física, mental y moralmente. No entienden que es la viola-
ción de la constitución y las leyes de Dios, y la transgresión de las
leyes de la salud, lo que ha producido esta triste degeneración. La
transgresión de los mandamientos de Dios ha hecho que el Señor
retrajera su mano que imparte prosperidad.
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