Página 375 - El Conflicto de los Siglos (2007)

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Una amonestación rechazada
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buscar el apoyo de los poderes mundanos, y por consiguiente recibe
la misma condenación.
Se dice que Babilonia es “madre de las rameras”. Sus hijas deben
simbolizar las iglesias que se atienen a sus doctrinas y tradiciones, y
siguen su ejemplo sacrificando la verdad y la aprobación de Dios,
para formar alianza ilícita con el mundo. El mensaje de
Apocalipsis
14
, que anuncia la caída de Babilonia, debe aplicarse a comunidades
religiosas que un tiempo fueron puras y luego se han corrompido.
En vista de que este mensaje sigue al aviso del juicio, debe ser pro-
clamado en los últimos días, y no puede por consiguiente referirse
solo a la iglesia romana, pues dicha iglesia está en condición caída
desde hace muchos siglos. Además, en el capítulo 18 del Apocalip-
sis se exhorta al pueblo de Dios a que salga de Babilonia. Según
este pasaje de la Escritura, muchos del pueblo de Dios deben estar
aún en Babilonia. ¿Y en qué comunidades religiosas se encuentra
actualmente la mayoría de los discípulos de Cristo? Sin duda alguna,
en las varias iglesias que profesan la fe protestante. Al nacer, esas
iglesias se decidieron noblemente por Dios y la verdad, y la bendi-
ción divina las acompañó. Aun el mundo incrédulo se vio obligado
a reconocer los felices resultados de la aceptación de los principios
del evangelio. Se les aplican las palabras del profeta a Israel: “Salió
tu renombre entre las naciones, en atención a tu hermosura, la cual
era perfecta, a causa de mis adornos, que yo había puesto sobre
ti, dice Jehová el Señor”. Pero esas iglesias cayeron víctimas del
mismo deseo que causó la maldición y la ruina de Israel: el deseo de
imitar las prácticas de los impíos y de buscar su amistad. “Pusiste tu
confianza en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre”.
Ezequiel 16:14, 15 (VM)
.
Muchas de las iglesias protestantes están siguiendo el ejemplo
de Roma, y se unen inicuamente con “los reyes de la tierra”. Así
obran las iglesias del estado en sus relaciones con los gobiernos
seculares, y otras denominaciones en su afán de captarse el favor del
mundo. Y la expresión “Babilonia”—confusión—puede aplicarse
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acertadamente a esas congregaciones que, aunque declaran todas
que sus doctrinas derivan de la Biblia, están sin embargo divididas
en un sinnúmero de sectas, con credos y teorías muy opuestos.
Además de la unión pecaminosa con el mundo, las iglesias que
se separaron de Roma presentan otras características de esta.