Página 594 - El Conflicto de los Siglos (2007)

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El Conflicto de los Siglos
no ceder al testimonio de sus sentidos? ¿Se atendrán ellos en seme-
jante crisis a la Biblia y a la Biblia sola? Si ello le resulta posible,
Satanás les impedirá que logren la preparación necesaria para estar
firmes en aquel día. Dispondrá las cosas de modo que el camino
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les esté obstruido; los aturdirá con bienes terrenales, les hará llevar
una carga pesada y abrumadora para que sus corazones se sientan
recargados con los cuidados de esta vida y que el día de la prueba
los sorprenda como ladrón.
Cuando el decreto promulgado por los diversos príncipes y dig-
natarios de la cristiandad contra los que observan los mandamientos,
suspenda la protección y las garantías del gobierno y los abando-
ne a los que tratan de aniquilarlos, el pueblo de Dios huirá de las
ciudades y de los pueblos y se unirá en grupos para vivir en los
lugares más desiertos y solitarios. Muchos encontrarán refugio en
puntos de difícil acceso en las montañas. Como los cristianos de los
valles del Piamonte, convertirán los lugares elevados de la tierra en
santuarios suyos y darán gracias a Dios por las “fortalezas de rocas”.
Isaías 33:16
. Pero muchos seres humanos de todas las naciones y de
todas clases, grandes y pequeños ricos y pobres, negros y blancos,
serán arrojados en la más injusta y cruel servidumbre. Los amados
de Dios pasarán días penosos, encadenados, encerrados en cárceles,
sentenciados a muerte, algunos abandonados adrede para morir de
hambre y sed en sombríos y repugnantes calabozos. Ningún oído
humano escuchará sus lamentos; ninguna mano humana se aprontará
a socorrerlos.
¿Olvidará el Señor a su pueblo en esa hora de prueba? ¿Olvidó
acaso al fiel Noé cuando sus juicios cayeron sobre el mundo ante-
diluviano? ¿Olvidó acaso a Lot cuando cayó fuego del cielo para
consumir las ciudades de la llanura? ¿Se olvidó de José cuando esta-
ba rodeado de idólatras en Egipto? ¿o de Elías cuando el juramento
de Jezabel le amenazaba con la suerte de los profetas de Baal? ¿Se
olvidó de Jeremías en el oscuro y húmedo pozo en donde había sido
echado? ¿Se olvidó acaso de los tres jóvenes en el horno ardiente o
de Daniel en el foso de los leones?
“Sión empero ha dicho: ¡Me ha abandonado Jehová, y el Señor se
ha olvidado de mí! ¿Se olvidará acaso la mujer de su niño mamante,
de modo que no tenga compasión del hijo de sus entrañas? ¡Aun las
tales le pueden olvidar; mas no me olvidaré yo de ti! He aquí que