Página 601 - El Conflicto de los Siglos (2007)

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El tiempo de angustia
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que parto la mar, y suenan sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es
Jehová de los ejércitos. Y en tu boca he puesto mis palabras, y con
la sombra de mi mano te cubrí”.
Isaías 51:11-16
.
“Oye pues ahora esto, miserable, ebria, y no de vino: Así dijo
tu Señor Jehová, y tu Dios, el cual pleitea por su pueblo: He aquí
he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, la hez del cáliz
de mi furor; nunca más lo beberás: y ponerlo he en mano de tus
angustiadores que dijeron a tu alma: Encórvate, y pasaremos. Y tú
pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, a los que pasan”.
Isaías 51:21-23
.
El ojo de Dios, al mirar al través de las edades, se fijó en la crisis
a la cual tendrá que hacer frente su pueblo, cuando los poderes de
la tierra se unan contra él. Como los desterrados cautivos, temerán
morir de hambre o por la violencia. Pero el Dios santo que dividió
las aguas del Mar Rojo delante de los israelitas manifestará su gran
poder libertándolos de su cautiverio. “Ellos me serán un tesoro
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especial, dice Jehová de los ejércitos, en aquel día que yo preparo;
y me compadeceré de ellos, como un hombre se compadece de su
mismo hijo que le sirve”.
Malaquías 3:17 (VM)
. Si la sangre de
los fieles siervos de Cristo fuese entonces derramada, no sería ya,
como la sangre de los mártires, semilla destinada a dar una cosecha
para Dios. Su fidelidad no sería ya un testimonio para convencer a
otros de la verdad, pues los corazones endurecidos han rechazado los
llamamientos de la misericordia hasta que estos ya no se dejan oír. Si
los justos cayesen entonces presa de sus enemigos, sería un triunfo
para el príncipe de las tinieblas. El salmista dice: “Me esconderá en
su pabellón en el día de calamidad; me encubrirá en lo recóndito de
su tabernáculo”.
Salmos 27:5 (VM)
. Cristo ha dicho: “¡Ven, pueblo
mío, entra en tus aposentos, cierra tus puertas sobre ti; escóndete por
un corto momento, hasta que pase la indignación! Porque he aquí
que Jehová sale de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra
por su iniquidad”.
Isaías 26:20, 21 (VM)
. Gloriosa será la liberación
de los que lo han esperado pacientemente y cuyos nombres están
escritos en el libro de la vida.
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