El misterio de la inmortalidad
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bajar a la tumba sin preparación para entrar en una eternidad de
pecado y de dolor! Muchos han sido arrastrados a la locura por este
horrible pensamiento que los atormentara. ¿Qué dicen las Sagra-
das Escrituras a este respecto? David declara que el hombre no es
consciente en la muerte: “Saldrá su espíritu, tornaráse en su tierra:
en aquel día perecerán sus pensamientos.”
Salmos 146:4
. Salomón
da el mismo testimonio: “Porque los que viven saben que han de
morir: mas los muertos nada saben.” “También su amor, y su odio y
su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo
que se hace debajo del sol.” “Adonde tú vas no hay obra, ni industria,
ni ciencia, ni sabiduría.”
Eclesiastés 9:5, 6, 10
.
Cuando, en respuesta a sus oraciones, la vida de Ezequías fué
prolongada por quince años, el rey agradecido, tributó a Dios loores
por su gran misericordia. En su canto de alabanza, dice por qué se
alegraba: “No te ha de alabar el sepulcro; la muerte no te celebrará;
ni esperarán en tu verdad los que bajan al hoyo. El viviente, el
viviente sí, él te alabará, como yo, el día de hoy.”
Isaías 38:18, 19
(VM)
. La teología de moda presenta a los justos que fallecen como
si estuvieran en el cielo gozando de la bienaventuranza y loando
a Dios con lenguas inmortales, pero Ezequías no veía tan gloriosa
perspectiva en la muerte. Sus palabras concuerdan con el testimonio
del salmista: “Porque en la muerte no hay memoria de ti: ¿Quién
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te loará en el sepulcro?”
Salmos 6:5
. “No son los muertos los que
alaban a Jehová, ni todos los que bajan al silencio.”
Salmos 115:17
(VM)
.
En el día de Pentecostés, San Pedro declaró que el patriarca
David “murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta
el día de hoy.” “Porque David no subió a los cielos.”
Hechos 2:29,
34
. El hecho de que David permanecerá en el sepulcro hasta el día de
la resurrección, prueba que los justos no van al cielo cuando mueren.
Es sólo mediante la resurrección, y en virtud y como consecuencia
de la resurrección de Cristo por lo cual David podrá finalmente
sentarse a la diestra de Dios.
Y San Pablo dice: “Porque si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis
en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo
son perdidos.”
1 Corintios 15:16-18
. Si desde hace cuatro mil años
los justos al morir hubiesen ido directamente al cielo, ¿cómo habría